«Los suelos saludables sostienen tu vida: evitemos la degradación de la tierra»
El Día Mundial de Lucha contra la Desertificación cae este año en la víspera de la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible. Los esfuerzos mundiales por detener y revertir la degradación de la tierra son parte integrante de la construcción del futuro que queremos. La utilización sostenible de la tierra es un requisito para hacer salir a miles de millones de personas de la pobreza, facilitar la seguridad alimentaria y nutricional, y salvaguardar las existencias de agua; además, constituye la piedra angular del desarrollo sostenible.
Las personas que viven en las tierras más áridas del mundo, que constituyen más del 40% de la superficie del planeta no cubierta por agua, son algunas de las personas más pobres y vulnerables al hambre. No alcanzaremos los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015 si no preservamos los suelos de los que depende su subsistencia.
Tampoco podremos garantizar nuestros recursos de agua dulce, el 70% de los cuales ya se utiliza en la agricultura. Para 2030, se prevé que la demanda de agua aumente en un 35%. A menos que modifiquemos nuestras prácticas de utilización de la tierra, la perspectiva es que las existencias de agua disminuirán y serán insuficientes, y que las sequías se volverán más frecuentes e intensas.
Además, es necesario que para 2050 la cantidad de tierras productivas sea suficiente para alimentar a alrededor de nueve mil millones de personas con niveles de consumo per cápita superiores a los de hoy, lo que será imposible si el suelo se sigue destruyendo al ritmo actual, es decir, a razón de 75 mil millones de toneladas por año. Es necesario que se adopten decisiones importantes en relación con la utilización de la tierra, y que se realicen inversiones clave, que vayan desde servicios de extensión dirigidos a pequeños agricultores hasta la última tecnología para apoyar una producción masiva de alimentos que sea sostenible desde el punto de vista ambiental.
Río+20 nos ofrece la oportunidad de mostrar los numerosos sistemas inteligentes y eficaces de gestión de tierras y las opciones que existen o que se están desarrollando. Veinte años después de la aprobación de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, asegurémonos de que el compromiso con la gestión sostenible de la tierra ocupe un lugar prominente en los resultados oficiales de Río, así como en las actividades de movilización más amplias en favor de la sostenibilidad, que también será parte del legado de esa Conferencia. Sin un suelo saludable, la vida en la Tierra es insostenible.
fuente: Naciones unidas
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