Necesitamos más energía, no menos, para terminar con la pobreza, pero esa energía debe ser baja en carbono, sostuvo hoy el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En un debate en ese órgano de la ONU sobre desarrollo sostenible y cambio climático, Vuk Jeremic subrayó que no se puede continuar con el modelo energético actual porque nos llevará a la catástrofe, no a ser más ricos.
Señaló que los desafíos no son solo tecnológicos, sino también organizacionales y económicos.
“El desafío final es el moral. El manejo del medioambiente es una obligación compartida. Tenemos en nuestras manos el poder de arruinar la Tierra, o de conservarla para la posteridad. Esta es una responsabilidad sin precedentes, ya que somos la primera generación que se ha convertido en una amenaza económica y poblacional para todo el planeta”, dijo.
Jeremic afirmó que cada vez es más asequible la producción de energía limpia y citó los casos de la energía solar, que hace 40 años costaba cien veces más, y de la eólica, cuyos costos pueden competir con los de los combustibles fósiles.
Agregó que en este debate la Asamblea General tiene la oportunidad de beneficiarse del conocimiento de algunos de los expertos mundiales líderes en temas medioambientales.
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