Los niños sirios afrontan un grave riesgo de contraer enfermedades debido a la interrupción y los daños sufridos por los servicios de agua y saneamiento, así como por la falta de acceso a cuidados básicos de higiene causados por el prolongado conflicto.
Así lo advirtió hoy el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en un informe sobre la situación del sector de agua y saneamiento, la primera evaluación de este tipo llevada a cabo desde que empezaron los enfrentamientos en Siria.
El informe revela que en comparación con los niveles anteriores a la crisis, en estos momentos solo se dispone de un tercio de los suministros de agua en las zonas afectadas por el conflicto.
Marixie Mercado es portavoz de UNICEF en Ginebra.
“Hemos lanzado una operación para distribuir 1 millón de litros de cloro para garantizar el agua potable a más de 10 millones de personas durante los próximos tres meses. Por otro lado, tenemos serios problemas de financiamiento, de los 68 millones de dólares solicitados para la ayuda en este sector, solo se han recibido 12”, apuntó la portavoz.
Mercado añadió que la producción de químicos para tratar el agua ha cesado casi por completo desde que empezó la crisis, aumentando el riesgo de que se contamine el agua potable.
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